La Psicología Evolutiva en el cine: El desarrollo humano

El desarrollo humano ha sido el tema central de numerosas historias de la literatura y el cine. Un reciente ejemplo es Boyhood (momentos de una vida), la película triunfadora de la última edición de los Globos de Oro (donde obtuvo tres premios; mejor película, mejor director y mejor actriz de reparto) y que también ha sido galardonada con el Oscar a mejor actriz de reparto. Es una película estadounidense dirigida por Richard Linklater y protagonizada por Patricia Arquette, Ellar Coltrane, Lorelei Linklater y Ethan Hawke.

Boyhood es, ante todo, una película sobre la evolutiva, sobre el paso de la niñez a la edad adulta. Describe el desarrollo humano a partir de la historia de una vida y de sus cambios, tanto cinematográficamente hablando como de la realidad. Cuenta la historia de Mason, comenzando el film a los seis años, y que a medida que transcurre la película, y el tiempo, tanto dentro como fuera de pantalla, va creciendo hasta cumplir los dieciocho años, momento en que entra en la universidad, y va entendiendo la relación con sus padres divorciados, la vida, la adolescencia y todo lo que hay a su alrededor.

La película fue filmada a lo largo de 12 años (2002-2013) pero únicamente en 39 días de rodaje. Actor y equipo técnico quedaban una vez al año en Texas para ir creando piezas del puzle. La idea inicial de Richard Linklater era rodar cortometrajes de 10 o 15 minutos de duración y presentarlos de forma autónoma, pero finalmente optó por enhebrar una película de 167 minutos de metraje.

¿Cómo se pudo mantener un proyecto así durante 12 años sin ver resultados? La clave fue el compromiso. Ethan Hawke, probablemente el único de los actores por el que no parece pasar el tiempo, es un incondicional de Linklater y su filmografía (Antes del amanecer, Antes del atardecer y Antes del anochecer). Sólo gracias a su apuesta los productores dieron el visto bueno. Después llegó Patricia Arquette, valoradísima por la crítica en el papel de madre pundonorosa y multipremiada en numerosos festivales. El director, por su parte, contribuyó al proyecto renunciando a lo que debía ser su sueldo. A cambio, consiguió que el proyecto fuera completamente suyo, con poder de decisión. Y todo con un presupuesto ínfimo para EEUU: cuatro millones de dólares.

¿Y si alguien hubiera fallado? Lorelei Linkater, hija del director, también empezó el rodaje con 7 años. Como cualquier niña, muchas veces le había pedido a su padre aparecer en una película. Cuatro años después comenzó a poner pegas para seguir (¿edad del pavo?), pero su padre se opuso: no quería eliminar a su personaje del guión. Finalmente, Lorelei siguió en el proyecto y cuando acabó tenía 18 años.

http://www.boyhood-lapelicula.es/

Sin embargo, la idea de la película no es un descubrimiento formal. Más allá de su semejanza con formatos televisivos más o menos recientes (como Gran Hermano), la referencia más próxima podría ser “The Up Series”, un proyecto de la productora Granada Televisión que comenzó en 1964. Filmado como un experimento sociológico, se basa en la teoría de que la clase social a la que pertenecen los ciudadanos viene determinada por su lugar de nacimiento. Para confirmarlo, se eligió a 14 niños y niñas de siete años, a los cuales se revisita cada siete años. El último episodio emitido ha sido 56up. Pero todo es documental, no hay rastro de ficción aquí. Por otra parte, Linklater descubrió durante el proyecto que Stanley Kubrick trató de hacer Napoleón también durante 12 años, con Al Pacino como protagonista. Sin embargo, cuando se le han pedido referencias, el director cita sin dudar su trilogía ‘Antes de…’ para encontrar paralelismos e inspiración.

La banda sonora de Boyhood se enhebra de maravilla con el guion. Boyhood no sólo describe los cambios que vivimos nosotros mismos en vida sino también incluso los cambios en nuestro gusto musical. El realizador ha presentado una amplia banda sonora en la que podemos disfrutar tanto de grupos de punk pop como Blink-182 o The Hives como indie del momento (Arcade Fire, Phoenix, Kings Of Leon, Foster The People…) hasta clásicos inolvidables. En el film Ethan Hawke es un loco de la música, y por ello son varios los momentos en el film en el que se mencionan, suenan (o se interpretan) temas de The Beatles, Pink Floyd y similares. Para complementar la experiencia cinematográfica aquí os dejamos un enlace con el monográfico que 6×3 (programa musical de RNE) dedicó a la BSO de la película.

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